miércoles, 3 de septiembre de 2008

ODA A UNA ESCALERA ENAMORADA

Si me querías acariciar

y verme a tus pies rendido,

si mi amor tanto deseabas,

nada te lo habría impedido.

Sólo un susurro bastaba,

sólo un beso cautivo.

Mi vida te habría dado,

bien lo sabes escalera.

Me habría quedado contigo

si tu escalón me lo pidiera.

Si de tu amor yo hubiera sabido,

tus peldaños serían los míos

y habríamos escalado

hasta la estrella más viajera.

Enamorada tuviste que estar

de mi subir y bajar tranquilos,

acostumbrada como estás

a golpes de mar y de marinos.

Me retiraste tu saludo,

me engañaste y besé el suelo.

Postrado quedé ante ti

y de tu amado viste el duelo.

Quisiste robar mi figura

y también mi silencio entero.

Anhelaste todo de mí

y por ti casi me muero.

Más no puedo rendirme yo

a este amor tan bucanero,

a tus artes tan malvadas

ni a tu guiño lisonjero.

Escalera traicionera

no me quitas el sueño.

No deseo ser tu dueño

ni ser tu amante viajero.

No te inclines ante mí,

escalera traicionera,

que antes del adiós

sólo me falta decir

que este amor

tan cargado de dolor

ni lo quiero yo

ni hay quien lo quiera.


3 comentarios:

Daniela dijo...

A los pies de la malvada escalera, ésta en infinitas diapositivas de colores, le recuerda la vida....

"En hora buena, a que zí!"

Daniela dijo...

Acaso se acabo el viaje?....porque no hay nuevas andanzas por este rincón...? cuentanos más...

Anónimo dijo...

la vida es lo que nos pasa mientras la planificamos...

tu vida, ts fotos y tu texto y tu poesía, Fernando, están muy llenos de sensibilidad. Sigue srprendiendonos y deleitándonos